jueves, abril 21, 2011

El precio de los libros... y el golf

Es el día del libro y ya viene la Feria del libro y los libros se ponen de moda por una corta temporada al año. La gente que normalmente no entra a una librería va a la feria y entra a las librerías. Es una época alta en la venta de libros. Hay familias que hacen su mercado anual bien sea comprando novedades, ediciones raras o simplemente buscando ofertas en los pabellones de descuento.
Pero, ¿es caro el libro en Colombia? Esta es una pregunta habitual en esta época. Y la respuesta corta es sí, por supuesto que los libros son caros en Colombia. Una edición nacional cuesta entre treinta mil y cuarenta mil pesos. O sea entre doce y dieciseis euros. Un librero español diría que no son tan caros, ya que en España cuestan entre quince y treinta. Pero el ingreso de un sin empleo en Madrid es de mil euros (pago por el paro) y el ingreso de un empleado de oficina en Bogotá puede ser quinientos, si le va bien. Entonces en esos términos absolutos y comparativos, el libro es caro.

Sin embargo.

Aceptemos el hecho de que los compradores de libros no son los mismos lectores de libros. Para leer libros solo hay que tener ganas. En Colombia contamos con una biblioteca muy buena llamada Luis Angel Arango y para leer solo hay que visitarla, o tener un carnet y pedirlos por correo. En cambio para coleccionar libros, que es lo que hacen (hacemos) los compradores, hace falta dinero. Un poco al menos. Y aquí entonces si tiene sentido hablar del precio de los libros.

Los compradores de libros, habitualmente, se encuentran en los sectores de clase media y media alta que pueden darse el lujo de ir de rumba los viernes y de vez en cuando entrar a un restaurante; gustos efímeros que cuestan mas que un libro, y el placer que produce el libro dura mas que un whisky o un plato de sushi. En ese punto es que las cosas se relativizan. ¿Los libros son caros respecto a qué? ¿Al pago del arriendo? ¿Al costo del mercado? Entonces surge otra respuesta corta: los libros son caros para el que no los usa.

Siempre tengo a la vista una pelota de golf que recogí donde un amigo que vive en medio de un campo de golf. Una pelota de esas creo que cuesta como dos mil pesos, un precio que no le hace mella a esos jugadores que pierden bolas en el patio de mi amigo (tiene una canasta como con quinientas que les ha secuestrado), ellos pueden comprar todas las que necesiten y ni siquiera se preguntan por su precio. En todo caso es poco dinero, sin embargo para mí es el producto más caro que existe, simplemente porque ni juego ni me interesa el golf. En cambio, un libro de treinta y dos mil pesos que tenga muchas ganas de leer no resulta caro, porque lo voy a usar y disfrutar durante unos días y guardarlo y volverlo a ver y consultar.

Los libros son caros para aquellos a los que no les interesa leer. Aunque se los vendieran a dos mil pesos les seguirían pareciendo caros. Como a mí la pelota de golf.

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