martes, marzo 01, 2011

El editor moderno y los autores no

Umberto Eco nos propone las cartas de rechazo que escribiría el editor moderno promedio ante la obra de cuatro libros y autores clásicos.


Umberto Eco: "lamentamos comunicarle que su libro…"


La Biblia
Debo decir que cuando comencé a leer el manuscrito, y durante las primeras cien páginas, me sentí entusiasmado. Es pura acción y tiene todo lo que el lector de hoy exige de un libro de evasión: sexo (muchísimo), con adulterios, sodomía, homicidios, incestos, guerras, desastres, etcétera.
El episodio de Sodoma y Gomorra, con los travestis que pretenden violar a los dos ángeles, es rabelesiano; las historias de Noé son el más puro Salgari; la fuga a Egipto es una historia que tarde o temprano acabará por ser llevada al cine… En suma, la verdadera novela-río, bien construida, que no ahorra efectos, plena de imaginación, con esa dosis de mesianismo que agrada, sin llegar a lo trágico.
Después, más adelante, advertí que se trata, en cambio, de una antología de varios autores, con muchos, demasiados, trozos de poesía, algunos francamente lamentables y aburridos, verdaderas jeremiadas sin pies ni cabeza.
Resulta así un engendro monstruoso que corre el riesgo de no gustar a nadie porque tiene de todo. Además, será un fastidio establecer los derechos de los distintos autores, a menos que el representante de todos ellos se encargue de eso. Pero el nombre de tal representante no lo encuentro ni siquiera en el índice, como si hubiera cierta reserva en nombrarlo.
Yo diría que hay que tratar de ver si se pueden publicar separadamente los primeros cinco libros. En tal caso marcharíamos sobre seguro. Con un título como "Los desesperados del Mar Rojo".

Kafka, Franz
El Proceso
No está mal el librito, es policial, con momentos al estilo de Hitchcock: por ejemplo, el homicidio final, que tendrá su público.
Sin embargo, parecería que el autor lo escribió bajo censura. ¿Qué significan esas alusiones imprecisas, esa falta de nombres de personas y de lugares? ¿Y por qué el protagonista está bajo proceso? Aclarando más tales puntos, ambientando en forma más concreta, dando hechos, hechos, hechos, la acción resultaría más límpida y más seguro el suspenso. Estos escritores jóvenes creen hacer "poesía" porque dicen "un hombre" en vez de decir "el señor Tal a tal hora en tal sitio". En síntesis: si se le puede meter mano bien; de lo contrario, devolver.

Proust, Marcel
En busca del tiempo perdido
Es, sin más ni más, una obra comprometida, quizá demasiado larga: pero puede venderse haciendo una serie de pocket. Tal como está no anda. Hace falta un vigoroso trabajo de editing. Por ejemplo, hay que revisar toda la puntuación. Los periodos son harto fatigantes, hay algunos que ocupan toda una página. Con un buen trabajo de redacción que los reduzca a dos o tres líneas cada uno, con una más frecuente utilización del punto y aparte, el trabajo seguramente mejoraría. Si el autor no estuviera de acuerdo, mejor será no editarlo. Tal como está, el libro resulta… ¿como diré?: bastante asmático.

Kant, Emanuel
Crítica de la razón práctica
Di a leer este libro a Vittorio Saltini, quien me informó que el tal Kant no vale gran cosa. De todos modos, yo también le eché un vistazo: un texto no muy voluminoso sobre moral podría andar en nuestra coleccioncita de filosofía, pues no es improbable que lo adopte alguna universidad. Pero sucede que el editor alemán nos ha comunicado que debemos comprometernos a publicar no solo la obra precedente, algo extensa (dos tomos por lo menos), sino también lo que Kant está preparando, no sé si sobre el arte o el juicio. Las tres llevan títulos muy parecidos: o se las vende en un estuchecito (a un precio inaccesible para el lector) o en las librerías las confundirán unas con otras y la gente dirá "Esto ya lo leí". Sucede como con la Summa de cierto dominico, que comenzamos a traducirla y después tuvimos que ceder los derechos porque costaba demasiado.
Y todavía hay más. El agente literario alemán me ha dicho que habría que comprometerse a publicar también las obras menores de Kant, que son unas cuantas y entre las cuales hasta hay algo de astronomía. Anteayer traté de comunicarme telefónicamente con Konisberg, para ver si se podría llegar a un acuerdo sobre un solo libro y la empleada por horas me respondió que el señor no estaba y que no telefoneara nunca entre las cinco y las seis porque a esa hora el señor salía a dar su paseíto y tampoco entre las tres y las cuatro, porque a esa hora el señor hacía la siesta, y así por el estilo. Yo no cerraría trato alguno con gente de esa calaña: las pilas de libros se nos van a dormir en el depósito.

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