Este parece un tema baladí pero a muchos autores les preocupa de sobremanera. Hay autores que escriben con lentitud, o corrigen excesivamente y les toma tiempo cada pagina. Otros autores, la mayoría, al margen de que les quede fácil o difícil escribir, optan por la procrastinacion, el aplazamiento, el no escribir.
Sin embargo, para los que si escriben y quieren escribir más rápido, encuentro un articulo en la revista Slate que se ocupa del asunto. Perezoso, se titula y su subtitulo resulta un poco contradictorio: ¿Como ser un escritor mas rápido?
Dice el autor, Michael Agger, que "echado sobre mi teclado me he dedicado a cazar anécdotas sobre escritores rápidos" y menciona el caso del historiador Cristopher Hitchens que escribe una columna en la misma revista y es capaz de componerla en veinte minutos, después de salir de un sesión de quimioterapia y después de una cena con amigos, un sábado en la noche, tarde. También menciona al novelista del siglo XIX Anthony Trollope que escribía en papel hecho a su medida donde cabían 250 palabras, la misma cantidad de palabras que Williams Buckley escribía en 15 minutos y cuando se le acababan los quince minutos y no había llegado a las 250 palabras aceleraba el paso.
No esta mal, eso significa que Buckley podía escribir una cuartilla normal en media hora de trabajo. Multiplicado por ocho horas quiere decir que podía hacer 16 cuartillas diarias. Bastante, pero apenas cerca de las cifras del novelista francés Georges Simenon que escribió algunas de sus novelas en diez días; por algo dejó un legado de mas de cien novelas de diversa extensión, una larga obra periodística y muchas adaptaciones al cine.
Otro escritor muy rápido, en el ámbito español es Jordi Sierra i Fabra. De él se dice también que puede componer una novela en diez días. Para estos días su obra ya debe superar los cuatrocientos títulos. Por lo que puede concluírse, según estos dos casos, que a mayor velocidad mayor cantidad de obra. Comparado con ellos, un industrioso de la literatura, como Mario Vargas Llosa, queda como un perezoso, ya que su conjunto literario no llega a treinta títulos. Menos mal algunos de ellos ya pertenecen a la historia grande de la literatura.
Hay casos curiosos como el de John Banville que escribe su literatura mas
acabada y detallista bajo su propio nombre, pero hace novelas policiales bajo el seudónimo de Benjamín Black. Una confesión del autor define muy bien la diferencia entre los dos autores: "como Benjamín Black escribo unas dos mil quinientas palabras al día, como John Banville si logro doscientas al día soy muy, muy feliz." Entonces surgen dos preguntas: ¿La diferencia está en la velocidad, o en la libertad que ofrece el seudónimo? ¿Bajo seudónimo, sin la presión de escribir como se espera de un cierto prestigio literario, se escribe mas rápido?
Las respuestas quedan pendientes.
Existe, por supuesto la diferencia en la velocidad de composición de un periodista y de un autor literario. El primero está habituado a la presión, a una cantidad limitada de caracteres para comprimir la información. El otro solo tiene la presión de sí mismo. Por eso a veces aplaza y aplaza la conclusión de sus obras hasta límites exagerados.
Para terminar citaré al autor del articulo de Slate, que a su vez cita a un sicólogo de la Universidad de San Louis que dice que algunos escritores son "bethovianos" porque componen borradores instantáneos para descubrir que es lo que quieren decir. Y, por otro lado, dice el sicólogo, hay escritores "mozartianos" que saben alargar el desarrollo de sus borradores por largos periodos de tiempo con el fin de reflexionar y planificar mejor.
Escribir para blogs también garantiza cierta eficiencia. ¿La prueba? escribí este texto en menos de veinte minutos. Solo para ganarle a Cristopher Hitchens, aunque por supuesto yo no acabo de salir de quimioterapia ni de una cena con amigos.
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