Hace cincuenta años, debutó una banda de Rythm and Blues en el Marquee, de Londres; un metedero donde los músicos blancos producían un sonido que hasta entonces solo se identificaba con el de los músicos negros. Esta banda se llamó y se sigue llamando The Rolling Stones.
The Rolling Stones |
En ese tiempo irrumpía un nuevo sonido proveniente de Norteamérica, el Rock and Roll. Entre los interpretes de la nueva oleada de músicos había algunos que habían tomado las viejas tonadas de Memphis y las habían adaptado a sus voces y a su estilo. Uno de ellos y cabeza de playa de esa nueva generación, era Elvis Presley. Sin embargo, en inglaterra, los músicos blancos que interpretaban blues y jazz tenían ya algunos años trabajando; de hecho el cantante de The Rolling Stones, Mick Jagger trabajaba con Alexis Korner y su banda de blues antes de formar su propia agrupación.
En Inglaterra, la lucha por los derechos civiles, el conflicto racial que por esos años hacía eclosión en Estados Unidos, no se vivía tan intensamente. Inglaterra, acostumbrada a sus dominios coloniales en el Pacífico Sur y en el Caribe, tenía muchos ciudadanos de origen afro y la segregación racial no existía, por lo menos tan marcadamente como en los EE UU durante los conservadores años sesenta.
Ian Stewart |
La irrupción de una banda como The Rolling Stones, cambió el panorama musical, pero también influyó positivamente en la lucha por los derechos civiles de la población negra. Sin el Rock influenciado por el Jazz y por el Blues esto no hubiera sido posible tan rápidamente.
De la formación original de The Rolling Stones en 1962, solo quedaron cuatro músicos, Keith Richards. Mick Jagger, Brian Jones y Ian Stewart. Posteriormente ingresarían Charlie Watts y Bill Wyman. Brian Jones fue asesinado por un albañil que hacía reparaciones en su casa, en 1969 y fue remplazado por varios guitarristas hasta que Ron Wood se quedó con su puesto. Bill Wyman se retiró hace unos pocos años y Ian Stewart, el llamado "sexto Rolling", nunca apareció en las fotos y videos, pero sí en los créditos de los conciertos y las grabaciones, hasta su muerte en 1985. Sin sus teclados el sonido de The Rolling Stones, durante estos cincuenta años, habría sido distinto.