Mientras la miro, con su gesto de autosuficiencia ante la presencia del turista, recuerdo con intensidad aquella pelicula sobre el mal, el pecado, la culpa y no sé qué otros sentimientos retorcidos que quizo expresar Hitchcock en Los pájaros a partir de la novela de Daphne du Maurier.
Durante 2012 Hitchcock estuvo en las noticias por dos películas que hacen una memoria de su genio cinematográfico.
La primera es una titulada escuetamente Hitchcock, que cuenta la relación del director con la que fuera su guionista fundamental, su consejera y su esposa, Alma Reville. La película se ocupa del momento de la filmación de Psicosis. Alma Reville fue responsable, en gran parte, del talento creativo que respira la obra de Hitchcock, sin embargo los retratos sugeridos que hace de ella en sus películas (ver Frenesí, por ejemplo), revela algo de la perversa personalidad de este monstruo del cine, considerando la palabra monstruo en todas sus acepciones posibles.
El otro título fue anunciado por la BBC hace poco. Se trata de una película acerca de la relación entre Tippi Hedren y Alfred Hitchcock. Ella, que fue considerada brevemente como la musa del gran director británico resultó ser algo más que su inspiración, más bien fue objeto de sus obsesiones sexuales y de un acoso que desembocó en persecuciones laborales. De hecho, Hedren que inicio su figuración cinematográfica de manera espectacular vio detenida su carrera de forma extraña. Después de terminar su contrato con Hitchcock, en 1965, solo pudo hacer tres películas de poca recordación. A partir de 1970 hizo una carrera centrada fundamentalmente en la televisión.
“No he hablado con nadie sobre este asunto con Alfred Hitchcock. Debido a que en todos estos años que han pasado, la situación planteada por el estudio ha continuado. Los estudios tienen el poder y yo estaba al final de eso, y allí no hay absolutamente nada que yo pudiera hacer en términos legales. Allí no había leyes acerca de este tipo de situaciones. Si esto sucediera en la actualidad yo sería una mujer muy rica.”
Tippi Hedren nunca ocultó su admiración por el gran director, pero si se guardó sus resentimientos por haberle negado la ocasión de trabajar en otras películas cuando estaba en su momento estelar.
Foto: Lucila Escamilla |
Si el mal estaba flotando en la atmósfera de Bodega Bay, durante la filmación de Los pájaros, de seguro no estaba encarnado en estas voladoras marinas sino más bien en esa voluminosa ave del mal que fue Alfred Hitchcock.
Este primo pájaro, pacífico e indiferente me lo recuerda mientras lo saludo con cordialidad y respeto.
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