Con algunos retoques, la cuarta edición de Alquimia de escritor está disponible, esta vez en la plataforma de Kindle. Antes fue publicado por Intermedio Editores de Bogotá (1991), Colección
Luna de papel (Campaña Nacional Eugenio Espejo por el libro y la lectura, 2006), Quito, Ecuador. Icono Editorial, Bogotá, 2006.
Como no tengo mucho que decir sobre este libro, prefiero que sean las palabras de otros, en sus comentarios de prensa, las que lo recuerden.
La palabra Alquimia nos refiere también a la magia, a la longevidad, a la posibilidad de convertir algo vulgar en algo precioso: a la poesía, en suma. Y Alquimia de escritor es una pequeña biblia, una colección de textos hallados después de mucho bucear en otros libros, evidentemente en busca de un tesoro.
Margarita Valencia
El Tiempo, Bogotá.
Este libro reúne citas alrededor de temas como el estilo, las manías, las preferencias, la fama y la crítica. Citas entrelazadas con la coherencia suficiente para semejar estas páginas a una mesa redonda de carácter informal. Tan informal, que vivos y muertos hablan en presente.
Revista Semana, Bogotá.
Alquimia de Escritor es como Rubiano dice "el libro que todos han querido hacer". Y tiene razón, su lectura provoca agregar algo. Este libro es el resultado de años de lectura y la confirmación de las creencias literarias de su autor a través de las palabras de otros escritores. Es la manifestación de esa manera tan sabrosa de vivir que es escribir.
Patricia Ruan
La Prensa. Bogotá.
Este texto es también una manera de acercarse a cada escritor y a su pensamiento. De leer o releer a los amados, a los no tan queridos, a quienes no son indiferentes, a los pedantes, o a los antipáticos para de repente sentir que no lo son tanto, y a los desconocidos para conocerlos. Leer estas citas es una manera de desmitificar a los escritores, o la literatura, o el oficio, o, por el contrario, de subirlos a sus pedestales.
Dora Cecilia Ramírez
Boletín Cultural y Bibliográfico (Biblioteca Luis Ángel Arango)
Allí están en la «Alquimia de Escritor", al mismo tiempo, todos los temas que usted quisiera saber de los escritores, resueltos, a veces, de modo desconcertante. Rubiano ha optado por la forma más frecuentada de vulgarizar el conocimiento: los libros de citas. Pero ha hecho un libro de citas que también puede ser un episodio en esta agonía del final del milenio, en que la escritura, el libro, se vuelve sobre su propia soledad y su torturado cuerpo, y recoge, a través de las citas, lo mejor de su fragmentada memoria.
Javier Ponce C.
Diario Hoy, Quito.
Cada capítulo de este libro se abre con una breve introducción del compilador, que sumadas a las apostillas introducidas aquí y allá, en cursivas y entre los textos extractados de mil lecturas, y a las citas que hace de sus propios artículos firmados con el extraño seudónimo de Patricia Campbell, constituyen a su vez un interesante discurso sobre el mismo tema. El discurso de un hombre que ha intentado descubrir los secretos de esa alquimia capaz de producir la piedra filosofal de la literatura. (…) Y no solo es apasionante ese hecho manifestado en este libro, producto de una buena idea y de un trabajo minucioso, sino que sus páginas resultan también útiles para todo el que se interesa por las letras, en la medida en que asiste al testimonio de las figuras principales de la literatura universal sobre su oficio. Como dice el mismo autor "este libro no enseña a escribir, pero tal vez si enseña a leer de otra manera".
Rodrigo Villacís
Diario Hoy, Quito
Este libro se lee rápidamente y se digiere al revés. El autor, coleccionó frases salidas inclusive en periódicos, muestra lo que piensan escritores sobre su oficio, la técnica de escribir, la poesía, la prosa, el periodismo, la vida privada, el cine, el estilo, la nostalgia. Hay frases para la manchette de los periódicos y reflexiones profundas que confirman que los escritores sí analizan la metafísica de su oficio y la relación que tienen con él.
El Tiempo, Bogotá
Alquimia de Escritor es como dice su autor: "el libro que todos han querido hacer". Y tiene razón. Su lectura provoca agregar algo. Sin embargo si se lee con cuidado vemos que no le caben más "vainas a ese rollo": todo por que Rubiano está presente en cada frase y cada espacio entre frases. Él es el conductor de un diálogo entre Faulkner, García Márquez. Vargas Llosa, Eco, Capote, Borges y hasta Hitchcock. Ese es su gran mérito.
El Espectador, Bogotá
Esta es la obra de un lector/fotógrafo que ve para saber. Y después contar. No es un manual o recetario: es una cámara que nos invita a ver el otro lado de la montaña, lo que oculta la niebla.
Álvaro Castillo Granada
Presentador del libro en Bogotá
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